11 nov 2009

Cortando pelos...

Hoy os voy a hablar de algunos cortes de pelo caninos. La mayoría de estos cortes tiene una función estética, que en la mayoría de los casos, tiene como objetivo conseguir ganar un concurso de belleza canina. En estos tipos de concurso los propietarios gastan mucho dinero en peluquería y productos para la higiene del animal.


Cada raza canina es adecuada para un fin, por ello algunas razas debido a su belleza, elegancia y distinción pasan por la peluquería con más frecuencia que otras.


Quizás el caniche sea la raza más conocida por su paso por la peluquería canina, ya que uno de los mayores atractivos de este animal es su pelo. Sus mechones rizados y ensortijados le confieren un aspecto simpático y elegante. Por eso, cortarle el pelo al caniche se ha convertido en todo un arte. Existen dos tipos de cortes muy generalizados: el corte de 'león' y el corte moderno.



El de león es, sin duda, el más controvertido. Elegante para unos, cursi para otros, el perro se esquila sobre el cuarto trasero hasta las costillas, también las extremidades anteriores y posteriores, excepto los puños, y la cola, dejando un pompón al final.
En el corte de pelo moderno, serán esquiladas la parte inferior de las extremidades anteriores hasta la punta del espolón y la parte inferior de las posteriores a una altura similar. De todas maneras, lo habitual es cortarles el pelo de un modo regular, ofreciendo, con el pelo largo, un aspecto similar al de una pequeña oveja.










Otra raza muy empleada para este fin es Shit-Tzu. Esta raza tiene su origen en el siglo XVII cuando el Dalai Lama regaló algunos ejemplares al emperador de China y así se convirtió en una mascota propia de la corte. Por lo que desde el primer momento este perro perteneció a las clases más altas, como se puede observar en la siguiente foto:








Para lograr resultados como los que se muestran en las fotografías anteriores, se requiere gastar mucho dinero en innumerables productos de belleza canina. Algunos muy tan sorprendentes como estos:



- Pintauñas: desde el color similar a su pelaje para reforzar su tono natural hasta la purpurina, el dorado y otros tonos atrevidos.



- Lápices lagrimales: estos lápices son capaces de disimular las manchas localizadas en esta zona tan delicada, además existen cuatro colores: blanco, marrón, negro y plata.


- Black Out: son cremas que se utilizan para oscurecer la trufa del perro y consta de dos aplicadores, uno con la tinta de color negro y otro que actúa como fijador.





Pintauñas Lápices lagrimales Black-Out



También es necesario instalaciones donde se pueda llevar a cabo el corte de pelo del animal y un sinfín de instrumentos, entre los que cabe citar: máquinas de corte eléctricas, secadores, planchas, piedras de pulir, trimadores y por supuesto, las tijeras.




Cabe destacar los accesorios que estos perros utilizan, no por la función que cumplen los mismos, sino por la sofisticación de éstos, preparados para que el pelo se hidrate y revitalice, como por ejemplo este collar de diamantes valorado en 2 millones de euros:








Los propietarios de estos animales generalmente, no realizan el arte de cortar el pelo a su mascota por sí mismos. Para ello, recurren a peluquerías caninas y centros de belleza, generando así toda una industria en torno al perro e incluso, creando escuelas donde se puede aprender a cortar el pelo adecuadamente a nuestra mascota, como la escuela de peluquería canina de Mónica Gómez.


Estos perros compiten en exposiciones caninas de belleza. En España estas exposiciones estan reguladas por la Real Sociedad Canina de España. Podéis ver el calendario de estas exposiciones donde se indica la fecha, el lugar, la organización y los certificados tanto nacionales como internacionales (si los hubiera), pulsando aquí.



Al observar todo esto, uno se hace la siguiente pregunta:


  • ¿Cómo puede vivir un perro de esta manera cuando hay más de 1.000 millones de personas que viven actualmente en la pobreza extrema?

Pues la respuesta a esta pregunta es la que debéis responderos a vosotros mismos y así, a la hora de optar por gastar ese dinero en vuestra mascota, quizás decidáis gastarlo (invertirlo, mejor dicho) en proporcionar agua potable a los más de 1.800 millones de seres humanos que no tienen acceso a ella. Tal vez, optéis por enviar ese dinero a los 880 millones de personas que no tienen acceso a servicios básicos de salud o a los 840 millones de personas malnutridas.


Os invito a que ladréis a estos "perros muy perros", a los dueños me refiero, para conseguir que sean unos fieles amigos del hombre.




¡Nos ladramos!

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