Un perro: el mejor amigo del hombre, los ojos del hombre y el alma del hombre (con esto último no quiero decir que el hombre sea perro [¡qué también!]). Contar con un perro-guía que vea por ti, es muy importante. Además de guiarte, como "cualquier" otra persona podría hacerlo, no te juzga.
Las personas con deficiencia visual pueden contar con un perro-guía en España, gracias a la fundación ONCE. La Fundación ONCE del Perro-Guía (FOPG). Con una superficie total de unos 100.000 m2 tiene como finalidad proporcionar perros-guía, como auxiliar de movilidad, a las personas ciegas o deficientes visuales. Un Patronato de 15 miembros, formado por representantes de la ONCE y su Fundación, usuarios de perro-guía y personalidades del mundo del perro en general, vela por su correcto funcionamiento.
¿Cómo surgió la Fundación?
En España, hace unos 30 años. Los perros-guías se engloban dentro del Club de los Leones.
Los primeros perros-guías llegaron de Rochester, Michigan y de Inglaterra. En España, concretamente en Palma de Mallorca, Antonio Picornell era el responsable de todo ello; él era adiestrador de perros y decidió también criar guías.
Desde 1966 hasta 1987, unos 20 años, estuvo funcionando esta escuela. Entonces fue cuando se pensó en crear la Fundación. Esta institución es independiente de la ONCE pero se financia directamente a través de ella. Los primeros guías eran adiestrados por personas cualificadas de las escuelas inglesas, hasta que se empezaron a formar profesionales aquí. Los objetivos que tiene la ONCE son superar los 120 perros adiestrados anuales.
Dirección:
Fundación ONCE del perro-guía
Camino de Alcorcón s/n
28660 Boadilla del Monte, Madrid
tlf: 91-6324633
En la FOPG trabajan principalmente con tres razas: labrador, golden retriever y pastor alemán.
- Labrador:
Los podrás ver de varias capas: desde el dorado claro, casi blanco hasta el negro pasando por la capa chocolate. De pelo siempre denso y fuerte Es la raza más utilizada como perro-guía debido a su sociabilidad, adaptabilidad a todos los entornos y situaciones siendo fácilmente controlable por el usuario que tendrá que poner un especial cuidado con su glotonería.
-Golden retriever:
Siempre de color dorado, de pelo largo y sedoso, son animales sensibles, con gran iniciativa e inteligencia. Su gran determinación puede tocar incluso con cierta cabezonería que requerirá un manejo adecuado.
Poco se puede decir de esta raza por ser suficientemente conocida. Son perros inteligentes, dinámicos, rápidos en sus decisiones y bastante resolutivos. Siendo un perro temperamental pide a la persona que lo maneja un buen conocimiento y una especial empatía con el animal.
La educación se divide en tres etapas formativas:
La primera, con la familia educadora, desde las 7 semanas de vida hasta los 12 meses: se debe conseguir que el perro se habitúe a relacionarse con la gente.
La segunda etapa, hasta los 18 meses, los cachorros pasan al departamento de entrenamiento avanzado, donde van a adquirir los conocimientos más especializados. En el transcurso de este ciclo se evalúa el avance que han experimentado con el fin de conocer si tienen las aptitudes necesarias para convertirse en un buen perro-guía.
En la tercera etapa, se selecciona al usuario; tras un "acoplamiento" de tres semanas se podrá saber si ha funcionado la unión entre ambos, ya que se les hace pasar por todo tipo de situaciones, desde las más simples a las más complejas.
Hay que empezar por la base y el fundamento de la escuela son los machos y hembras de cría. En el departamento de crianza se seleccionan los ejemplares más aptos como futuros reproductores y la búsqueda de estos no es siempre fácil.
Para empezar el candidato a reproductor es sometido a exigentes pruebas de carácter y, por supuesto, ante el más mínimo signo de agresividad, será rechazado. A continuación un exhaustivo examen veterinario nos garantizará que el perro está libre de enfermedades.
La instrucción es el proceso que va desde que el perro entra en la escuela, de vuelta de su familia educadora hasta que, finalmente, es adjudicado a una persona con ceguera que lo haya solicitado previamente. Este periodo dura entre seis y diez meses. Se inicia reforzando la obediencia básica (sienta, échate…) que el perro ya ha aprendido durante su etapa de cachorro. A continuación se le “introduce al arnés” y, a partir de ese momento el animal tiene que asumir que, cuando esté con el arnés puesto, una persona irá a su lado y cuando pase por un lugar estrecho, una puerta o cerca de una farola, tendrá que dejar el espacio suficiente para ambos.
Una vez que el perro ha sido introducido al arnés y se encuentra totalmente adaptado a éste y a la persona responsable, se inicia todo el proceso. El perro tendrá que aprender a cruzar las calles en línea recta, evitar obstáculos, marcar puertas, escaleras o bordillos, añadiendo dificultad a su trabajo según progresa en los logros conseguidos. Siempre reforzando la labor bien hecha con premios que pueden consistir desde una caricia en el cuello, una palabra de halago e incluso una bolita de pienso. El castigo también se utiliza a veces pero no se usa la violencia física. Un simple tirón de correa acompañado de un enérgico ¡NO! es suficiente para que el perro sepa que hay alguna cosa que ha hecho mal. Luego se repite el ejercicio premiándole cuando el objetivo se haya conseguido.
Estos perros salen igualitos a sus padres, ya que la mayoría de los padres son los perros reproductores de la Fundación. ¿Qué requisitos ha de cumplir un futuro reproductor de la escuela? He aquí unos cuantos:
- Características generales:
- Razas: labrador, golden retriever o pastor
alemán. Con pedigree acreditativo de pureza.
- Edad de dos a cuatro
años. - Pruebas veterinarias:
- Cartilla oficial de vacunación
antirrábica actualizada.
- Estudio radiológico de cadera, codos y hombros.
Tiene que estar libre de displasia y signos artrósicos.
- Ecocardiografía:
Normal.
- Examen oftalmológico: Normal.
- Análisis de sangre: Valores
normales para la raza, sexo y edad. Sin alergias conocidas.
Si después de leer esto consideras que tu perro cumple condiciones para ser uno de los perros reproductores o crees que tu familia puede acoger a un reproductor escribe a: fopg@once.es
El primer paso para que un cachorro consiga graduarse como perro-guía, es encontrar una familia educadora, que le adopte y sociabilice durante su primer año de vida. Si estás dispuesto a serla familia educadora del perro, escribe a: cachorros@once.es
A continuación puedes ver un vídeo, en el que se muestra...¡míralo!:
Un perro rechazado será ofrecido en primer lugar a la familia que lo adoptó, si esta por circunstancias no pudiera quedárselo, existe una lista de espera de otras, las cuales sus cachorros sí son guías y desean quedarse con ellos. Y la última solución es que se queden en la Fundación. Si no es por enfermedad grave, nunca se les sacrificará.
Y la Ley, ¿qué?
El derecho de acceso de las personas ciegas o con deficiencia visual usuarias de perro-guía al entorno y, en particular, a los lugares y espacios de uso público, con independencia de su titularidad, está garantizado por leyes dictadas por las distintas Comunidades Autónomas. En aquellos casos en los que la normativa autonómica no prevea nada sobre esta materia, se aplicará la regulación estatal contenida en el Real Decreto 3250/1983, de 7 de diciembre.
Y recuerda: Jamás metas la paja en el ojo ajeno. Con esto, quiero decir que, NUNCA DISTRAIGAS A UN PERRO GUÍA. Nunca. Tú puedes necesitar que tu mejor amigo, tus ojos y tu alma sean perrunas. Recuérdalo.
¡Ah! Además de no distraerme... comprame un cupón, ¿no?